El tabaco está relacionado directamente con un 82% de los casos de cáncer de pulmón, un 27% de los infartos y un 21% de los ictus. Otro dato interesante es que seis de cada diez personas que se han acogido a esta ayuda para dejar el tabaco tienen un nivel de renta inferior a los 18.000 euros. El tratamiento farmacológico para dejar de fumar ha supuesto una aportación pública de 380.900 euros, lo que supone un importante esfuerzo económico para las arcas forales pero, según Domínguez, «estamos convencidos de que no es un gasto sino una inversión en salud». El gobierno, además, realiza inspecciones para detectar incumplimientos de la normativa respecto a los espacios libres de humo.
En 2017 se tramitaron 92 denuncias y se impusieron 55 sanciones, por valor global de 28.960 euros. El incumplimiento en algunos espacios y en algunas franjas horarias puede producir un retroceso en la reducción del tabaquismo, especialmente en la gente joven. Por ello, este año se va a realizar una campaña a favor de los espacios sin humo.

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